viernes, 19 de septiembre de 2025

VILLARRUEL, SCHIARETTI, PICHETTO, "se prueban la ropa que vas a dejar..."

      "se prueban la ropa, que vas a dejar..." Discépolo

Ante la inesperada aceleración de los tiempos políticos, - de descuento -, del gobierno de Milei, jaqueado, desde los cuatro costados, que nunca supo, y tal vez, nunca lo quiso,  salvo algunos escasos momentos, sedado artificalmente, y que a las pocas horas renueva su antigua apuesta violenta, de insultos, ajuste y topadora, publicamos ésta nota de  Hugo Asch, que esclarece alguna de las posibilicdades que pueden ocurrir.

                                                                -.-.-.-.-.-.-.-.-

VILLARRUEL, SCHIARETTI, PICHETTO, LA CAÓTICA ‘CASABLANCA’ Y EL RÁPIDO Y FURIOSO CASTING DEL ESTABLISHMENT NATIVO PARA REEMPLAZAR A JAVIER MILEI, EL PRESIDENTE NOQUEADO
Algunos proyectos surgen y se arman por casualidad, de manera caótica, juntando piezas que parecen no encajar entre sí. Se elige por descarte, se emparcha, se improvisa sobre la marcha y se deja que el azar, finalmente, ordene las cosas.
Y aun así, todo sale bien.
Por ejemplo: nadie –ni los productores, ni los actores y mucho menos la crítica– daba un centavo por la suerte de la película ‘Casablanca’ (1942). Sin embargo resultó un éxito extraordinario. Una obra icónica, inmortal.
Otras veces pasa exactamente lo contario.
Una película con mucho presupuesto y actores taquilleros, pensada para ser un éxito, puede convertirse en un fracaso estrepitoso. Como ‘Cleopatra’ (1963), una producción descomunal, con gran elenco, Liz Taylor y Richard Burton como estrellas, que casi casi lleva a la quiebra a la ‘20th Century Fox’.
También es posible que un proyecto improvisado, delirante, espantoso por donde se lo mire, empiece mal y termine peor, con resultados parejamente trágicos.
Es el caso del exótico experimento con seres humanos ‘Javier Milei presidente’. Salió como lo que parecía a simple vista: un espanto.
Pero volvamos al cine, por un instante.
Imaginen a ‘Casablanca’ con Ronald Reagan y Hedy Lamarr como pareja estelar. Suena horrible, pero sus nombres fueron las primeras opciones del casting de la producción.
Para el papel de Ilsa Lund necesitaban una actriz europea. Intentaron con Anne Sheridan, una belleza de la época, pero dijo que no. Se lo ofrecieron a la francesa Michèlle Morgan y, luego de un tire y afloje económico, cerraron con la sueca Ingrid Bergman.
El papel de Rick Blaine finalmente fue para Humphrey Bogart, que había deslumbrado con su Sam Spade en ‘El Halcón Maltés’.
El director iba a ser William Wyler, pero como no estaba disponible, el productor Hal Wallis –que había pagado 20.000 dólares por los derechos de ‘Todos vienen al café de Rick’, una obra de teatro que jamás se había estrenado– llamó a su amigo, el húngaro Michael Curtiz.
Si alguien dice ‘Casablanca’, uno ya tararea: “Da dannn, da dada daaannn…”. Dooley Wilson le canta ‘As times goes by’ a Ilsa cuando ella regresa al bar, y por eso se enfurece Rick.
Ese tema ‘es’ la película.
Pero a Max Steiner, el compositor de la música, no le gustaba y decidió reemplazarlo con algo suyo. Tenían todo listo pero debieron suspender las nuevas tomas porque Ingrid Bergman ya se había cortado el pelo para filmar ‘Para quién cantan las campanas’.
La filmación de ‘Casablanca’ fue caótica, el guion fue escrito y reescrito cada día según las noticias del frente de guerra y la censura de Hollywood. Ni siquiera los actores sabían cómo terminaría la historia.
Tanto fue así que en la última escena en el aeropuerto, Ingrid Bergman, desconcertada, le preguntó a Curtiz. “Michael, explíqueme: ¿de quién está enamorada mi personaje, Ilsa?, ¿de su marido Lazlo o de Rick?”.
La respuesta fue involuntariamente perfecta. “Piense que los quiere a los dos”, le dijo. Y así fue.
Mmm… ¿A quién quiere el establishment nativo hoy en la Casa Rosada? ¿A Milei? ¿A los dos Milei? ¿O a ninguno de los dos?
Luego de ser elegido, el presidente fue entrenado ‘full time’ durante dos largos meses en el Hotel Libertador. Entusiasta, goloso, hiperkinético, hizo todo lo que le pidieron, y más.
Algunos pocos ganaron. Mucho. Otros muchos, perdieron. Casi todo.
El optimismo panglossiano de las encuestas que lo mantuvieron cercano al 50% de adhesión durante 20 meses, chocaron de frente con los votos. Terrible nocaut.
Economía estallada. Brutal caída del consumo. Recesión. Cierre de fábricas y comercios. Default. Escándalos de corrupción. Protestas masivas en la calle. Caso $Libra. Coimas. Palizas en el Congreso. Burlas masivas.
Nadie vuelve de eso.
A los dueños del capital ya no le sirve un presidente sin Poder.
Con la misma sutileza con la que fingieron confiar en un personaje viscoso como Milei, ahora buscan lo que hace un siglo, en Estados Unidos, llamaban ‘La gran esperanza blanca’. Alguien que ordene las cosas y termine de una vez con Jack Johnson, ese negrazo insolente que, encima, era el campeón mundial de todos los pesos.
Hagamos ficción, por un rato.
Si Javier Milei, abrumado por las derrotas, deprimido, impotente, apretado o fatalmente quebrado, abandona el gobierno, ¿qué sucedería?
En la línea sucesoria aparece el nombre de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Una mujer con mucho deseo de Poder y poca estructura para mantenerlo.
Si el imaginario colapso político se desata antes del 11 de diciembre, la vicepresidenta deberá llamar a elecciones.
Si sucede después de esa fecha, Villarruel podrá –si le da la nafta– terminar los cuatro años de mandato.
Si la chica que desayunaba con Videla también queda offside, habrá una Asamblea Legislativa. Vimos ese triste capítulo en diciembre de 2001, durante la semana de los cinco presidentes: De la Rúa, Puertas, Rodríguez Saá, Camaño y Duhalde.
La simpática sugerencia de Joaquín Morales Solá citando en su columna de ‘La Nación’ a Juan Schiaretti, prócer del Estado Libre Asociado de Córdoba, es de todo menos inocente.
Porque Kiciloff hace cuentas para 2027. Lo mismo que Llaryora, el pichón del casiperonismo cordobés. Incluso Gerardo Zamora, el querido por Santiago y alguien más. El tema es cómo llegar, en medio de semejante crisis, hasta 2027.
Schiaretti –a quién nadie imagina desesperado por trabajar de diputado en Buenos Aires– es una buena opción para capear el temporal. Al menos eso creen varios.
Hablamos del pollo del Grupo Clarín, los popes de AEA y la nueva Liga de Gobernadores light.
¿Y Pichetto?
Es la otra ‘esperanza blanca’. Un peronista ‘ma non troppo’ que supo compartir fórmula con Macri y podría ser apoyado por los habitantes de la delgadísima línea del centro: lilitos, ex-pro, stolbizerianos, moderados naturales o con clonazepam, peronistas de Perón, cosas así.
Veremos.
Es un casting de urgencia a cielo abierto que impulsó la asombrosa impericia de Milei, y la sucesión de ‘horrores no forzados’ del equipo de equilibristas y tahúres que integran el equipo económico.
Tal vez toda esta teoría sea una afiebrada ficción de mi parte y Javier Milei me sorprenda.
Quizá recupere su ‘tempo político’, busque consensos, negocie, dé marcha atrás en decisiones que resultaron ruinosas para la gente, aclare varios temas sobre ilícitos que involucran a familiares, funcionarios y a él mismo, y renueve su equipo de gobierno con gente más capaz.
¿Puede pasar algo así, compatriotas?
No, no lo creo.
Ni ahí.



ntreosSpod68VILLARRUEL, SCHIARETTI, PICHETTO, LA CAÓTICA ‘CASABLANCA’ Y EL RÁPIDO Y FURIOSO CASTING DEL ESTABLISHMENT NATIVO PARA REEMPLAZAR A JAVIER MILEI, EL PRESIDENTE Algunos proyectos surgen y se arman por casualidad, de manera caótica, juntando piezas que parecen no encajar entre sí. Se elige por descarte, se emparcha, se improvisa sobre la marcha y se deja que el azar, finalment

martes, 16 de septiembre de 2025

A 70 AÑOS DEL GOLPE QUE DERROCÓ A PERÓN



                                                            El último discurso de Perón


EL GOLPE CÍVICO-MILITAR-ECLESIÁSTICO QUE DERROCÓ A PERÓN EL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1955

 

A la asonada del 16 de junio de 1955 y brutal bombardeo a Plaza de Mayo, continuó la conspiración cívico militar opositora, apoyada además por los sectores eclesiásticos. Cada vez eran más reducidos los sectores militares que respaldaban a Perón, la tensión política opositora se arreció con el apoyo exterior de Inglaterra y los EE.UU. El gobierno había levantado la censura a la prensa, lo que favoreció utilizar los medios hasta entonces casi exclusivamente oficialistas, lo que fue aprovechado para conspirar directamente.

Sería desde el interior, donde se iniciaría la nueva asonada, eran los mandos no neutralizados por el gobierno. El 16 de septiembre de 1955, el Ejército, al mando de Eduardo Lonardi, Aramburu y Rojas, produjo el tercer Golpe de Estado en la Argentina que trajo consigo la destitución de Perón. Se autodenominó “Revolución Libertadora”, estableciendo además un gobierno provisional encabezado esta vez por el general Lonardi.

Las acciones continuaron hasta el 23 de septiembre, cuando Perón partía hacia el exilio a bordo de una cañonera paraguaya.


                  Rojas y Aramburu derrocan a Perón
 

ANTECEDENTES

 

Ya desde 1951 sectores cívico-militares antiperonistas venían desarrollando actos terroristas a través de los denominados Comandos Civiles. La crítica situación económica imperante en el país, los sucesivos enfrentamientos con la iglesia y los sectores más conservadores del agro y la industria, enrarecieron el clima político.

El 15 de abril de 1953 se produce un ataque terrorista con la detonación de dos bombas mientras se realizaba un acto organizado por la CGT en Plaza de Mayo, donde murieron seis personas, más de 90 quedaron heridas y 19 mutilados.

Los partidos políticos opositores centraron sus críticas en las medidas económicas y en la dureza con que Perón trataba a quienes disentían de la política oficial. La Iglesia, que en un principio mantuvo buenas relaciones con el gobierno peronista, se fue distanciando y hacia 1954, pasó decididamente a integrar el bloque social y político antiperonista.

A comienzos de 1955, la actividad conspirativa de los sectores liberales y nacionalistas católicos dentro de las Fuerzas Armadas se había incrementado y era cada vez más reducido el número de militares aliados de Perón.

Estos grupos de oficiales contaron con el apoyo de amplios sectores políticos (radicales y conservadores). Se produjeron levantamientos contra el gobierno en diversas bases militares que culminaron el 16 de junio, con un bombardeo en horas del mediodía a la Plaza de Mayo, con el supuesto objetivo de matar a Perón, dejando como saldo cientos de civiles heridos y más de 364 muertos. Fue una masacre de ciudadanos de a pie. Mientras Perón se refugiaba en el Ministerio de Guerra.


                                                 festejos en las calles de los sectores golpistas

El ataque se produjo con una veintena de aviones de la Aviación Naval sobre la multitud que se encontraba manifestando en la plaza en apoyo de Perón, la legalidad y la Constitución. Los ataques continuaron hasta las 18 horas. El Ejército instaló tanques y baterías antiaéreas para proteger al presidente, por lo que a los insurgentes se les ordenó atacar también a los a los civiles desarmados que apoyaban a Perón. Finalmente, los atacantes pidieron asilo político en Uruguay. Perón pidió en un discurso público por radio, calma a la población, aunque sin tomar medidas urgentes contra los golpistas que continuaron complotando.

Aquella noche, varias iglesias fueron incendiadas en Buenos Aires por grupos organizados de personas. La policía, las fuerzas militares y los bomberos se abstuvieron totalmente de intervenir, limitándose estos últimos a comenzar a actuar contra el fuego una vez terminada la agresión. En un discurso pronunciado al día siguiente el presidente Perón atribuyó los hechos a los comunistas. ¡Falso!


               destrucción de los símbolos para erradicar la memoria
 

LA SEGUNDA ETAPA DEL GOLPE

 

El gobierno logró detener el intento, pero la tensión política se incrementó. Perón dio entonces por finalizada la llamada revolución justicialista, y llamó a los partidos políticos opositores a establecer un proceso de diálogo que evitara la guerra civil. Por primera vez en años los opositores pudieron utilizar los medios de difusión estatales, sin embargo, para entonces los partidos opositores no estaban interesados en llegar a un acuerdo con Perón, y utilizaron la oportunidad para difundir su oposición al gobierno y denunciar por radio la falta de libertades. Poco después Perón dio por concluidas las conversaciones.

A partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva para el gobierno de Perón. El bloque antiperonista se había ampliado y consolidado. El único sector social que parecía decidido a sostener a Perón era la clase obrera.

Luego de las jornadas de junio, la CGT convocó por radio a los trabajadores en varias oportunidades, para que acudieran a defender al gobierno. Una multitud de ellos se reunió en Plaza de Mayo el 31 de agosto de 1955 para escuchar lo que fue el último discurso de Perón, en el cual remarcó la necesidad de defender las conquistas populares a cualquier precio, pero ya era tarde.

 

COMIENZA EL GOLPE

 

El 16 de septiembre de 1955, el ejército, al mando de Eduardo Lonardi, Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas, produjeron el Golpe de Estado en la Argentina que trajo consigo la destitución de Perón, y se autodenominó “Revolución Libertadora” estableciendo un gobierno provisional encabezado esta vez por el general Lonardi.

La CGT, sectores del peronismo e incluso ciertos sectores de izquierda fueron a reclamar armas para impedir la toma del poder por los militares, pero el presidente se las negó y se refugió en la una cañonera paraguaya el día 20 de septiembre, comenzando un largo período de exilio.

El movimiento peronista y su gobierno tuvieron fuertes enemigos internos y externos. El principal, entre éstos, era un imperio en decadencia, Inglaterra, que iba a jugar sus cartas. En este sentido, la Argentina de 1955 fue la carpeta de juego en que el pueblo debió enfrentar, con desventaja, a la oligarquía.

La revolución peronista había herido sensiblemente a las minorías oligárquicas y a la burguesía del país, pero también perjudicó ostensiblemente a los intereses británicos, que a la postre se unirían con quienes les ofrecieran la más segura posibilidad de revancha. Si es verdad que sancionó a los Bemberg, es cierto también que lesionó duramente la esfera de influencia de los británicos, se consolidó un frente interno y una moral prescriptiva antiperonista con un papel importante de las agrupaciones típicas de la burguesía antinacional.

 

EL PERÍODO POSTERIOR

 

El general Eduardo Lonardi fue sucedido por el general Pedro Eugenio Aramburu, y en ambas presidencias el almirante Isaac Rojas ocupó la vicepresidencia, acompañado por una Junta Consultiva, integrada (a dedo) por representantes de los partidos opositores al peronismo, al que se prestaron radicales y socialistas, las provincias fueron intervenidas y los miembros de la Corte Suprema de Justicia dejados cesantes.

El golpe se extendió hasta 1958, fecha que asumió un presidente elegido por sufragio popular, Arturo Frondizi, con la proscripción del peronismo.

El Golpe de Estado de 1955 fue presentado como la recuperación de la tradición republicana, iniciada en la Revolución de Mayo de 1810, frente al gobierno de Perón caratulado de "segunda tiranía". La primera, según el pensamiento liberal, había sido el gobierno de Juan Manuel de Rosas.

La concepción “desperonizar”, no fue sólo prohibir al peronismo, mencionar las palabras alusivas y hacer desaparecer sus símbolos, fue también derogar la Constitución Nacional de 1949, intervenir la C.G.T., y conculcar todas las conquistas sociales, económicas y políticas obtenidas por los trabajadores durante la década peronista. La sociedad se dividió entre peronistas y anti peronistas. Los primeros decidieron organizarse para luchar por sus ideas y su líder en el exilio, naciendo la llamada “Resistencia Peronista”.


Miguel Eugenio Germino


Fuentes:

https://www.elhistoriador.com.ar/la-autodenominada-revolucion-libertadora/

https://www.caracteristicas.co/revolucion-libertadora/

https://www.agenciapacourondo.com.ar/ddhh/el-golpe-civico-militar-del-16-de-septiembre-de-1955

https://www.infobae.com/sociedad/2019/09/16/16-de-septiembre-de-1955-una-violenta-revolucion-libertadora-desaloja-a-un-peron-hastiado-del-poder/ 



martes, 9 de septiembre de 2025

DESPUÉS DE LA ELECCIONES BONAERENSES

 


LAS ELECCIONES BONAERENSES

 

Abrumado por dos casos de los más sonados: la Estafa de $LIBRA y las COIMAS, de Karina, le explotaron en la mano al gobierno de Milei, que difícilmente pueda recuperarse para las elecciones generales de medio termino de octubre.

Sin embargo, su carácter agresivo, provocador y pendenciero le impide poder negociar con la oposición que hoy lleva la carta ganadora, por lo que se encuentra en una encerrona de la que le será imposible salir.

Octubre, está a la vuelta de la esquina sin que las finanzas le alcanzan para llegar con algún mísero dólar en la caja semi vacía del Banco Central, y sin que nadie se anime a prestarle un peso más, que incremente la voluminosa e impagable deuda ya adquirida.   

El sonadísimo caso de las coimas de Karina, fue la frutilla que decoró el postre, que detonó la irritación popular que le produjo la contundente derrota del domingo pasado en Buenos Aires.

No obstante, el hombre insiste con la misma fórmula, que de continuar, terminará con su gobierno de entrega, ajuste y hambreamiento de un pueblo que ya no aguanta más, las víctimas son los jubilados, los discapacitados, la salud pública, la educación, la ciencia, las economías provinciales, las rutas nacionales intransitables, se llegó a a un límite de no retorno, y por más empecinamiento que pretenda imponer, la situación es ya incontrolable.

La insistencia solo agravará la ya tremenda situación, y redundará en un mayor sufrimiento de las capas menos favorecidas de una población ya diezmada, el nivel de recesión marca además un límite intolerable.

                                    Primera Página

                                       9.9.2025





martes, 2 de septiembre de 2025

A 168 AÑOS DE LA LOCOMOTORA "LA PORTENA"

 

1857 - 29 DE AGOSTO - 2025

INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL OESTE

¡Buenas tardes a todos!
Hace exactamente 168 años, a las 13 en punto, partía desde la mítica Estación Del Parque el primer tren de pasajeros de nuestro país, tirado por la legendaria "La Porteña" con dos lujosos coches de madera hacia el pueblo de San José de Flores, a diez kilómetros de distancia. A bordo, se encontraban las más distinguidas personalidades de la época: el Gobernador del Estado de Buenos Aires, Valentín Alsina, el militar y escritor Bartolomé Mitre, el abogado Dalmacio Vélez Sarsfield y miembros de la Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste, el primitivo nombre del Ferrocarril Oeste.

Veinte minutos más tarde le seguiría su hermana gemela, "La Argentina", ambas cumpliendo el trayecto en 35 minutos. Así, comenzaba un capítulo de incalculable progreso para nuestro país en las décadas venideras.

En la fotografía, podemos ver a "La Porteña" sobre un pedestal con los trabajadores de los Talleres Liniers en 1922. Para esa fecha, la locomotora conservaba su última fisionomía con una primitiva casilla, miriñaques en ambos frentes y un farol a querosén, elementos que le fueron retirados durante su estadía en el Complejo Museográfico "Enrique Udaondo" de Luján. La foto original se encuentra en el Centro de Estudios Históricos Ferroviarios, en Retiro.

En la UGC2 de Haedo,  se expusieron más de 200 fotos inéditas del FCO a lo largo y ancho de su recorrido, desde los primitivos trenes y estaciones de 1857 hasta la última tecnología de 1920.